Secuencias – Alrededor de 2002 – 75 páginas- notas de conferencia – auto edición
Este trabajo se publicó alrededor del año 2002 e incluye algunas de las rutinas credenciales del repertorio de Gabi, que le acompañarían a lo largo de su vida, tales como “Damas/Comodines”, “Centauros y Sirenas” o “Wild Comodines”.

«La inteligencia es una dirección
la sensibilidad un estado»
Luis Racionero
Final para Reyes cazadores
Inspirado en «The Visitor» de Larry Jennings, Gabi propone este juego como final para «Reyes cazadores», la rutina popularizada por Juan Tamariz.
Se elige una carta. Los reyes negros se dejan sobre la mesa, mientras que la elegida va entre los reyes rojos. Tras un gesto mágico, la carta escogida desaparece de entre los reyes rojos para reaparecer entre los reyes negros de la mesa.
Una de las cosas que Gabi solía enfatizar sobre este juego es la cantidad de incongruencias visuales que tienen lugar y que pasan desapercibidas para el espectador. En trabajos posteriores como «La conciencia perceptiva», profundiza sobre estas cuestiones desde un punto de vista más teórico, aunque Gabi ya había explorado este tipo de ideas tiempo atrás.
Sandwich estimación
El espectador ayuda al mago a encontrar una carta elegida, adivinando la posición de ésta mediante dos cartas rojas, que se colocan tipo «sandwich» entre un grupo de cartas donde supuestamente está la escogida. Mágicamente, el mago descarta «las que no son», dejando tan sólo la carta escogida, «sandwicheada» entre estas dos cartas rojas.
Aquí de nuevo, Gabi utiliza una descarada discrepancia visual para solventar el método y nuevamente, ésta pasa completamente desapercibida gracias a la construcción de la secuencia y su conocimiento de qué es y no es consciente el espectador en todo momento. La interesante presentación introduce la idea de cómo nuestro cerebro adivina, completa y rellena los huecos, lo cual no sólo es verdad sino que además, en cierto modo es la base del método utilizado.
Damas / comodines (el juego de dolores)
Este juego credencial se volvería a publicar más tarde en su libro “La depuration constante de lo mismo” puesto que es una versión de un juego de Arturo de Ascanio (“El juego de Dolores”).
Se trata de una rutina muy minimalista, con un efecto potente, puro y un manejo que roza la mínima expresión.
Se dejan dos comodines, uno a cada lado de la mesa y encima de cada uno de éstos se ponen dos damas. Casi al instante, las cartas se transponen, quedando en un lado dos comodines y en el otro las cuatro damas juntas. Hay una segunda fase donde se repite el efecto pero alterando el orden en el que las cartas se dejan en la mesa (primero se ponen las damas y después los comodines).
de nuevo, Gabi demuestra en esta transposición asimétrica, una gran sensibilidad e intuición a la hora de saber cómo funciona la percepción humana y cómo explotarla. En el momento en el que se revela el efecto, abanicando las cartas de una determinada manera, Gabi consigue crear la ilusión de que las cartas se multiplican, al abrirse en abanico.
Triunfo color
Un triunfo con los cuatro ases (en vez de una carta elegida) pero con un clímax final donde cambian de color de los dorsos de toda la baraja (a excepción de los cuatro ases, lo que produce un gran contraste).
En este juego, Gabi se emplea a fondo para no desvirtuar el efecto del triunfo, evitando que quede supeditado al consiguiente cambio de color, algo muy común en este tipo de rutinas.
Centauros y Sirenas
Se trata de una reinterpretación de la maravillosa rutina de Juan Tamariz. Aquí Gabi mantiene el tema y gran parte de la charla y la presentación, pero reinterpretndo la rutina con una baraja de póker ordinaria. En lugar de las cartas con dibujos de sirenas y centauros, Gabi utiliza los cuatro reyes y una carta escogida.
En realidad, Gabi creó la secuencia de efectos muchos años antes, incorporando tiempo después la charla de los centauros y las sirenas. Para explicar de dónde le vino la inspiración para prescindir de los dibujos, solía referirse al poder de nuestra imaginación, la cual solemos subestimar. Somos capaces por nosotros mismos de hacernos una imagen de los personajes de una novela solo leyendo sobre éstos, como con Sherlock Holmes o el Dr. Watson de Conan Doyle. Aún más, se ha demostrado, que a pesar de no tener una exhaustiva descripción física de los personajes en el texto, todos parecemos estar de acuerdo en sus principales rasgos: Sherlock alto y delgado, y el Dr. Watson bajo y rechoncho.
Ases Clandestinos
Cuatro ases, firmados por el dorso, viajan uno a uno mágicamente a través de una postal.
En esta secuencia, Gabi descubrió el «principio de la quinta firma», una idea brillante para ir un paso por delante, usando cartas realmente firmadas por un espectador. Las posibilidades de este principio van más allá de las desarrolladas por Gabi en esta rutina en particular. Él también insinuó otras posibilidades como la de una carta rota y recompuesta imposible o una carta firmada a la cartera en dos fases donde el propio espectador lleva puesta la chaqueta donde se halla la cartera.
Wild Comodines / la jota saltarina
Esta rutina, repleta de efectos surrealistas donde las cartas se transponen y transforman en comodines, fue uno de los juegos favoritos de Gabi durante la década de los noventa.
Gabi desarrolló para esta rutina un manejo y una coreografía personales que puede reconocerse en otros juegos de su autoría, como los «ases de Caroline» o en versiones posteriores de Wild Card como ésta, una de sus últimas variantes.
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