LA TEORÍA DEL CAMARERO

by Pipo Villanueva
Published: Last Updated on

Este concepto hace referencia a la importancia de procurar que, en un momento particular de la rutina, generalmente en el clímax, se muestre una imagen clara y representativa de la experiencia que ha tenido lugar, lo que se consigue disponiendo los elementos en la escena de tal forma que se proporcione la máxima información sobre la naturaleza y las condiciones del efecto que acaba de tener lugar. Esto ayuda a que el efecto mágico sea más inteligible, memorable y, en general, mejora la calidad de la experiencia.

Se han utilizado diferentes nombres para referirse a esto, como “Photo finish”, pero la “Teoría del camarero” es la forma favorita de Gabi para referirse a esto. Lleva el nombre de una técnica particular que usan algunos camareros, al menos en España, para calcular rápidamente el importe de la cuenta en una mesa sin tener que mirar la comanda. Un camarero competente puede ser capaz de reconstruir lo que se han tomado los clientes con solo mirar lo que queda en la mesa, por ejemplo, dos botellas vacías, un vaso, una taza y dos platos con algunas sobras… también puede aprovechar la posición relativa de los elementos respecto a los clientes en la mesa para recordar quién ordenó qué, si es necesario, sobre la marcha (en el caso de que, por ejemplo, haya algún malentendido sobre la cuenta). Un camarero puede esperar un poco a limpiar la mesa para poder hacer esto, pero también puede usar esta técnica cuando la mesa ya ha sido despejada accediendo a esa imagen mental de los objetos que había sobre ella.

En magia este concepto es extremadamente útil pues es habitual que se pierdan oportunidades de añadir valor y significado a través de una adecuada disposición de los elementos. Uno puede decidir no tener esto en cuenta si tiene una buena razón para hacerlo, pero no por simple ignorancia o inconsciencia. El ejemplo más típico es la rutina en la que el espectador corta el paquete en cuatro montones y encima de cada uno se encuentra un as (el espectador corta los ases). En esta rutina en particular, independientemente del método, los ases tienen que ser mostrados boca arriba coronando cada uno de los montones.

Aquí puedes ver a Gabi realizando la secuencia de apertura de sus «Ases clandestinos».

Es habitual ver el clímax de este tipo de rutinas con la imagen final distorsionada, como tener en ese momento los cuatro ases juntos y el mazo extendido sobre la mesa; esa distorsión tiene lugar porque la imagen no describe con precisión lo que sucedió, sino algo del estilo «los cuatro ases han aparecido”. Cualquier otra configuración significativamente diferente a la descrita será perjudicial si se persigue la máxima memorabilidad. Si el método impide llegar a esa posición final, lo más probable es que deba descartarse.

Esto es extrapolable a prácticamente todas las rutinas mágicas en las que el aspecto visual sea relevante… desde la carta ambiciosa, hasta los cubiletes o la mujer zig zag.

En lo referente a cómo se construye esta imagen, tiene que ser parte integral del desarrollo de la rutina, hay que llegar allí de forma natural en el transcurso del juego; no sirve con reorganizar los elementos en el último momento para intentar conseguir esa fotografía. Esa idea de que el mago crea una imagen desde cero en cada actuación, como un pintor frente a un lienzo en blanco, es muy relevante y está incluida en la lista interminable de cosas que un mago competente debe tener en cuenta mientras hace magia (aspectos puramente técnicos, comunicación efectiva, puesta en escena, control del público, expresión corporal, ritmo y cadencia, dosificación correcta de la información, uso eficaz de los silencios y las pausas para maximizar los efectos …).

Aquí tenemos al propio Gabi hablando sobre esta teoría contextualizada en su versión de una rutina de Steve Freeman.

Para cerrar este pequeño artículo, ten en cuenta que este concepto también funciona a la inversa, para bien o para mal. De modo que si quieres que algo no se recuerde (si eres mago, esto debería resultarte familiar) preocúpate de que las cosas no dejen una imagen clara y memorable o cualquier rastro o pista. En caso contrario… ¡¡¡Limpia la mesa inmediatamente!!!

Related Articles