El concepto de «El regalo» fue creado por Gabi para referirse a una técnica de construcción mediante la cual un efecto mágico (y/o un movimiento secreto) es reemplazado por una acción que, sin ser mágica y realizándose abiertamente, cumple con el mismo propósito interno y/o externo.
Para Gabi, la atmósfera mágica no viene determinada por el número de efectos, sino por la calidad de los mismos y por su significado.
Por eso a veces es posible, generalmente en el contexto de una rutina donde el mismo efecto tiene que repetirse varias veces, reemplazar uno de los efectos por una acción no mágica.
Por ejemplo, en una versión particular del «Girando los ases» de Vernon, (en este caso «Girando el As, 2, 3, 4 y 5 de picas»), en lugar de que las cuatro cartas se vuelvan mágicamente boca arriba una por una, Gabi prescinde del primer efecto. El razonamiento de Gabi es que dar la vuelta a la primera carta mágicamente (el As) requeriría una solución técnica (del estilo de un volteo secreto) y no quedaría demasiado elegante. Al eliminar este primer efecto, la solución para el resto de la rutina se vuelve muy orgánica y pura. Por supuesto, no podemos simplemente omitir el primer efecto por completo, ya que las cuatro cartas deben aparecer en orden numérico.
Gabi encontró la solución, como hacía tantas veces, en la vida externa del efecto. Para comenzar la rutina el Mago baraja las cuatro cartas y las muestra. Después de referirse al caos que se acaba de crear le pide al espectador que tome el As de picas, lo ponga boca abajo, y lo devuelva a su posición, explicando que esta acción simbólica funcionará como una invocación para que ocurra la magia, restaurando el orden natural. Después de poner el paquete boca abajo, las cartas proceden a girarse mágicamente boca arriba, en orden, comenzando con el 2, seguido por el 3 y finalmente el 4.
Gabi sostiene que en este contexto el espectador no echa en falta el primer efecto mágico, ni consciente ni inconscientemente, pues este tiene una vivencia de todo el conjunto y no de cada fase del efecto de forma aislada. Como el As está integrado en la charla de la rutina y juega un papel simbólico esencial, aunque no se voltee de forma mágica, es difícil que el espectador registre que formalmente no todas las cartas se voltearon mágicamente (lo que por otra parte no es un requisito autoimpuesto por el Mago ya que nunca anunció que llevaría a cabo tal cosa)
Otro ejemplo de este concepto lo encontramos en el contexto de una rutina de “Agua y Aceite” donde las cartas (8) se alternan boca abajo, supuestamente en rojas y negras, y se muestran en abanico. Existe la idea de voltear abiertamente boca arriba las dos cartas centrales (juntas) tanto para confirmar que las cartas están alternadas como para, de esta manera, intercambiar ambas cartas para resolver (al menos parcialmente) el método. Esta artimaña no es original de Gabi pero, allá por los años 90, aplicó el concepto de «el regalo», incorporando una hermosa sutileza al emplear otra frase en lugar de la habitual: «… las dos cartas del centro se puede ver que están alternadas…”, la cual presenta problemas, como:
- Tratarse de una charla descriptiva que no aporta información alguna más allá de lo que se ve.
- Voltear dos cartas y precisamente esas dos parece arbitrario y no tiene sentido.
- Como prueba de que todas las cartas están alternadas es incompleta y sin ninguna buena razón aparte de esconder el secreto.
- La frase no es una mentira como tal, pero está cerca.
Como alternativa, Gabi dice algo del estilo: “Pero sí damos la vuelta a las dos cartas del centro…. TODO CAMBIA». Al decir esto el discurso deja de ser aséptico y descriptivo para contener todo el significado de un gesto mágico que cataliza el efecto y, además es completamente honesto, tanto en la vida externa como en la interna, lo cual es es maravilloso.
En muchas situaciones similares, un efecto o un movimiento secreto puede ser reemplazado por una acción abierta (100% vida externa), de manera que, en lugar de esconder algo, los magos lo “regalan”, de ahí el nombre del concepto. Cada caso particular tendrá sus limitaciones, requisitos particulares y, en última instancia, un enfoque diferente para encontrar la solución.